quarta-feira, 6 de abril de 2011

VISÃO ESPANHOLA: O IBERISMO AVANÇA EM PORTUGAL

"Eles" não desistem desse velho sonho !   

Enquanto perdem a Catalunha e os Bascos, vão enganando os que não os conhecem tão bem. E os "portugueses" iberistas serão todos monárquicos (incluindo o Saramago, Jorge Sampaio , etc)? Ou simplesmente incoerentes? 

O objectivo será a Federação das Repúblicas Ibéricas ou  a anexação das regiões portuguesas pelas vizinhas regiões espanholas?

Será que esta incrível política de suicídio económico e cultural  tem precisamente este objectivo : demonstrar que Portugal não é viável , e que mais vale entregar "este país" aos castelhanos?

Seria útil convidar bascos , catalães e sobretudo galegos para nos explicarem as delícias de viver com os castelhanos a mandar!

Miércoles 01.12.2010

Unir la península, una idea que crece

En Portugal, cada vez hay más adhesión al plan de formar un solo Estado junto con España

LISBOA (Para La Nacion).- El malestar por la crisis y el miedo a caer en la depresión económica más profunda de las últimas décadas se reflejan en los reclamos de los portugueses que deambulan por las típicas veredas empedradas de la avenida Liberdade, en el centro de esta capital.
"Si siguen bajando los sueldos, vamos a terminar enviando a fundir las pocas monedas que nos dan y sólo así nos alcanzará para comprar comida", ironiza José do Abrantes Pereira, un maestro de primaria de 34 años.
Sin embargo, no todas las soluciones propuestas por la angustiada sociedad portuguesa a sus propios problemas se reducen a los límites de su propio Estado. Más bien, todo lo contrario.
"No tengo dudas de que nuestras crisis cíclicas terminarían si nos uniéramos a España para formar un solo país. Tendríamos una economía más fuerte y estable, con más trabajo y mayores posibilidades de desarrollo para todos, incluidos los españoles", dice a La Nacion el empleado público Rodrigo Gonçalves.
"Yo también pienso que deberíamos formar un nuevo país junto con los españoles, aunque sin dejarnos absorber por ellos. Creo que con una «Portugaña» o una «Espagal» podríamos sumar fuerzas y solucionar de una buena vez nuestros problemas", coincide, a su lado, Helena Souza, dueña de una perfumería del coqueto barrio lisboeta de Marqués Pombal, que aún luce tapizado de carteles y calcomanías de la convocatoria a la huelga general que logró detener al país la semana última.
La idea de unir a ambos países bajo una misma bandera no es novedosa, aunque ha recibido un fuerte impulso del lado portugués luego de que la crisis se agudizara durante el último lustro.
Más allá del antecedente de la anexión conseguida por Felipe II de España, que en 1580 consiguió borrar la frontera por 60 años, el objetivo de unir a ambos países bajo una sola bandera fue reanimado, sobre todo en Portugal, por el socialismo durante el siglo XIX.

Respaldo
Este peregrino proyecto de unificación, que entonces se conoció como "iberismo", hoy encuentra una resistencia cada vez menor entre los portugueses.
En especial entre los sectores progresistas y los estratos sociales menos favorecidos, que ven en la conformación de la soñada "Iberia" una gran oportunidad para acoplar sus estándares de vida a los promedios vigentes en España.
"El potencial de explotación de la economía portuguesa aumentaría súbitamente, así como las posibilidades de inversión de las compañías españolas, que ya verían derribadas las últimas barreras existentes entre ambos países para homologar procesos y planificar estrategias", comenta el empresario lusitano João Palmeira, directivo de una corporación angloaustraliana con presencia en ambos países.
"Yo no dudo, y creo que en el fondo nadie duda, de que esta unión es lo mejor que nos podría pasar. Quizá todavía no estemos listos, pero probablemente la actual crisis nos haga pensar a españoles y portugueses sobre la necesidad que tenemos de volvernos una economía más fuerte y confiable. Y así, ese momento estará más cerca", reflexiona el empresario.
Las esperanzas de Palmeira encuentran un importante sustento estadístico en el Barómetro Hispano-Luso, un estudio basado en sondeos de opinión entre españoles y portugueses que se realiza todos los años para evaluar las relaciones entre ambos países.
En ese estudio se incluye la "gran pregunta": ¿estaría usted de acuerdo con la conformación de una federación de Estados ibérica?
Si bien en la edición 2010 del estudio el porcentaje de portugueses que respondió afirmativamente aún no alcanzó la mayoría, el 45,6 por ciento que se manifestó de acuerdo con la unión con España es significativamente mayor que el 26% arrojado por otra encuesta nacional realizada en 2006.
E incluso también por los datos del año último recogidos por la misma medición, que señalaba que el 39,9 por ciento de los portugueses (un 5,7 por ciento menos) veía factible el nacimiento de Iberia.

Resistencia
Aunque el progreso del respaldo a ese anhelo se percibe en las voces que se alzan entre el frío traído por las brisas del Atlántico y en ese otro proveniente del miedo a una debacle económica, la oposición a la idea de transformarse en una "provincia" de España aún domina el discurso de los políticos conservadores y sus votantes.
Y Gregorio Luís, como buen jubilado y parroquiano del bar-restaurante del barrio de Saldanha donde se sienta "hace 39 años" a la misma mesa "y con "más o menos los mismos amigos" a comer bacalao los sábados, es un digno representante de ese Portugal que no quiere dejar de ser.
"Lo único que les interesa a los que hablan de unirse a España es el dinero. Sólo quieren tener lo que no tienen ahora, y se van a dar cuenta de lo que valía tener una patria cuando ya no la tengan por haberla vendido por tener un televisor o un lavarropas más en la casa", sentencia el jubilado.
"Pero la independencia de un país vale y cuesta mucho más que eso", agrega, con ojos vidriosos, antes de volver a su entrada de chorizo, langostinos y pescado frito que ninguna bandera ni límite logrará cambiar en los bares de Lisboa.

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